Nuestro Encuentro
Son las cinco y sé que me esperas
El cuarto en de tonos rojos y un piso
de rosas
Hincada y nerviosa esperas mi
entrada
Un teléfono una llamada y una cita
Te conozco y me conoces
Dos almas errantes de un mismo
camino
Dos anhelos a probar lo prohibido
Tu cuerpo mi ofrenda
Tú entrega, tu tributo
Y tu obediencia mi alimento
Mi dureza tu motivación
Mi frialdad tu esperanza
Mi rostro granito observándote
Tú placer mi fin
Y el amor flotando
En el anonimato de un cuarto
Siento tu fiebre me envuelve corre
por mis venas
Enciende mi sangre y mi pasión
Sujeto tus manos con nudos de futuro
De indefensión y entrega
Confías en mí, confió en ti…
Y mi lengua corre por tu sexo
Sonríes y asumes el mundo oscuro de
lo desconocido
Esperas y obedeces nerviosa
anhelante
Solo el premio de mi sonrisa te
anima
velos sensuales en movimiento
música
el volar de un látigo besando tus
carnes
en la posesión violenta, dominante,
sádica
y en la sonrisa diabólica de tu
rostro
llevándome al fuego del deseo
en una entrega y sumisión callada
silenciosa respetuosa
y tan poderosa que los cuerpos
se unen entre gemidos y amarres
que inmovilizan y unen
mi perversión hacia ti
y tu entrega hacia mi
Hoy eres mi final y mi principio
Nuestras dudas desaparecen y
sonriendo
despedimos la tarde Tomando un café
bien tostado y la promesa de
vivir una nueva sesión…
Orión
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